Este 11 de octubre, Día de la Mujer Boliviana, denunciamos la amenaza constante hacía nuestros  derechos. Esta no es una fecha para conmemorar nuestras conquistas, como hubiésemos deseado;  es una fecha para levantar la voz por la dignidad de las mujeres y así lo hacemos desde la Alerta 348,  articulación integrada por más de 200 organizaciones de sociedad civil, colectivas feministas y  activistas de todo el país. 

Hoy, Bolivia enfrenta una crisis con múltiples dimensiones: económica, política, judicial y ambiental.  Esta situación afecta de manera desproporcionada a las mujeres, quienes, además, observamos con  preocupación que lo que antes considerábamos ganado, como el reconocimiento al más elemental  de nuestros derechos -una vida libre de violencia- ahora está siendo cuestionado. 

Cada día, la violencia machista arremete contra la vida de las mujeres, ante la mirada indiferente del  Estado y de una sociedad que naturaliza y justifica la violencia contra nuestros cuerpos. Según datos  de la Fiscalía General del Estado, cada día se registran alrededor de 140 denuncias de violencia en el  marco de la Ley 348, Ley para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, de ellas, al menos  30 corresponden a violencia sexual contra niñas, niños, adolescentes y mujeres. En lo que va del año,  70 mujeres han sido víctimas de feminicidio, la mayoría cometidos por parejas y exparejas. 

Aunque esta cruda realidad exige acciones urgentes desde el Estado, como principal garante de los  derechos humanos, en los últimos meses el mismo sistema político, desde su corriente más  conservadora, promueve acciones regresivas y atentatorias hacia nuestros derechos, especialmente  presentes en las redes sociales. 

En ese contexto, hoy que se conmemora el Día de la Mujer Boliviana, reafirmamos nuestra lucha en  defensa de nuestras conquistas y de seguir avanzando en el ejercicio pleno de nuestros derechos,  por lo que: 

•  Exigimos al Estado y a todas las instancias públicas la implementación efectiva de la Ley 348  y de todo el cuerpo normativo que garantiza el derecho a una vida libre de violencia para las  mujeres, a través de políticas integrales en prevención y el fortalecimiento de los servicios de  atención, investigación y sanción para asegurar el acceso a la justicia para las víctimas. 
• Instamos a la Asamblea Legislativa Plurinacional que, lejos de cobijar propuestas normativas  regresivas con relación a la Ley 348, cumplan con su responsabilidad de fiscalizar la  implementación efectiva de dicha ley, que es una conquista de las mujeres, y apruebe los  proyectos de ley que modifican los delitos de violencia sexual de acuerdo a los estándares  internacionales de derechos humanos, el de protección integral a hijas e hijos huérfanos por  feminicidio para que reciban atención y apoyo del Estado y el de eliminación de la excepción  a la edad mínima para el matrimonio para combatir esta práctica nociva, entre otros.
• Conminamos al Estado central y a las Entidades Territoriales Autónomas (ETA) a la  asignación de presupuestos suficientes para la implementación de políticas públicas de atención y prevención contra la violencia y una ejecución efectiva de las mismas, con rendición de cuentas públicas. 
• Demandamos a los Gobiernos Autónomos Municipales a cumplir con su obligación  normativa de crear Casas Comunitarias Municipales contribuyendo a la labor de  prevención de las Promotoras comunitarias en coordinación con autoridades  indígenas originarias campesinas. 
• Exhortamos a la sociedad a profundizar su conocimiento sobre el alcance y beneficio de la Ley 348, que es el principal instrumento normativo que protege a las mujeres  bolivianas, así como a los medios de comunicación, para no dejarse llevar por la  campaña de desinformación generada en contra de la Ley 348. 
• Exigimos al Estado Boliviano en sus diferentes niveles, la atención inmediata al  impacto devastador por los incendios forestales que provocan la pérdida de recursos  naturales, medios de vida, salud, profundización de la pobreza, y que afectan con mayor violencia nuestros cuerpos y vidas. 
• Alertamos que, frente a este escenario de mayor vulnerabilidad, estamos en apronte, unidas y movilizadas. 

¡No tenemos nada que celebrar; tenemos mucho por qué luchar! 

 LEY 348 

¡Por una vida libre de violencia! 

11 de octubre de 2024