Acusados por violencia usarán manillas si salen de la prisión
Los victimarios deberán adquirir las pulseras y así evitarán un acercamiento a la víctima o la reincidencia. Una activista afirma que la medida es “un paliativo ínfimo”.
Las personas denunciadas por violencia intrafamiliar y que se encuentren en la cárcel con detención preventiva, podrán salir de prisión siempre y cuando adquieran unas manillas electrónicas para evitar acercarse a sus víctimas y reincidir. De acuerdo con el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, los acusados serán monitoreados permanentemente por funcionarios especializados.
“Hemos retomado la idea de adquirir las manillas electrónicas en la primera sesión del año pasado. Este proyecto tiene dos objetivos: el primero es reducir la cantidad de gente hacinada en las penitenciarías, porque se darán medidas cautelares para que (el acusado) salga del recinto. La segunda es para que la persona sindicada se compre la manilla electrónica”, explicó Coimbra.
El Ministro de Justicia detalló que estas manillas tendrán un monitoreo constante que estará a cargo de un personal especializado. Estos funcionarios -agregó la autoridad- sabrán dónde se encuentra el acusado y así se evitará que el agresor se acerque a la víctima.
En 2015, la Dirección de Régimen Penitenciario, a cargo de Ramiro Llanos, presentó un anteproyecto para el uso de las manillas electrónicas con la finalidad de descongestionar las cárceles del país. El año pasado, el anterior gobierno de Evo Morales anunció la implementación de este plan para determinados privados de libertad, entre ellos los denunciados por violencia intrafamiliar.
Coimbra sostuvo que efectivamente este plan de trabajo fue aceptado por el anterior Gobierno, pero no se destinó ningún recurso para poner en marcha el proyecto. Por esa razón -aseguró el Ministro de Justicia- el actual Gobierno está solicitando al Ministerio de Economía la asignación de recursos para la adquisición de las pulseras.
“Compramos 5.000 manillas, las desaduanizamos y las implementamos a través de un software. Debemos buscar los mecanismos para que el sindicado compre la manilla”, dijo Coimbra. Aclaró que la implementación de las pulseras aún demorará porque no será fácil arrancar con este proyecto.
Respecto a este proyecto, la feminista y activista Patricia Flores sostuvo que el problema es estructural y amerita medidas seriamente estructurales. “Lo que se plantea es simplemente un paliativo ínfimo para la gravedad del feminicidio, que seriamente debe enfrentar las gravísivas carencias de instancias policiales y de la justicia”, sostuvo.
“Se necesitan operadores/as de justicia que efectivamente ayuden y auxilien a las víctimas de violencia, con la máxima probidad e incorruptibles, que no cedan ante las presiones de toda una estructura profundamente machista que culpa a las propias mujeres de la violencia o el feminicidio”, explicó Flores. “Una manillita es una curita cuando la herida desangra con alerta de muerte”, añadió.
El año pasado se registraron 117 feminicidios. De este número, 107 mujeres se separaron de sus parejas o intentaron dejar a los que serían sus verdugos a causa de antecedentes de violencia, según un registro elaborado por Página Siete.
De las 107 -según testimonios de los familiares y reportes policiales- 87 alertaron que sufrían violencia física y psicológica por parte de sus esposos o novios. Al menos 20 presentaron denuncias ante las autoridades competentes (Policía y Fiscalía).
En lo que va del año 2020 ya se reportaron 13 casos. En los primeros siete días de enero de 2020, el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) atendió 685 casos de violencia física y en delitos sexuales 163, según el Ministerio Público.
Campaña mediática
El Ministro de Justicia destacó que mientras se espera la ejecución del proyecto de manillas electrónicas para los acusados de violencia, el Gobierno ejecutará tareas inmediatas, una de ellas será la ejecución de una campaña mediática para sensibilizar a la población sobre esta problemática que cada vez va en aumento.
La autoridad de Gobierno resaltó además que se trabaja en un plan para que “los funcionarios acudan casa por casa para sensibilizar sobre esta temática” a los ciudadanos.
Otra de las tareas en las que se incidirá será el fortalecimiento de las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv). “Para eso necesitamos un diagnóstico sobre la reestructuración”, sostuvo Coimbra.
El Gobierno está solicitando a las autoridades municipales y departamentales dejar por el momento obras y apoyar planes para prevenir y erradicar la violencia. “Debemos fortalecer las casas de acogida porque muchas veces, cuando una mujer se atreve a denunciar a su pareja por violencia, ella sale de su casa, y no sabe dónde refugiarse”, sostuvo.
Observatorio
- Reporte De las 117 víctimas de feminicidios en el año 2019, 107 se separaron de sus parejas o intentaron dejar a los que serían sus verdugos a causa de antecedentes de violencia, según registro elaborado por Página Siete.
- Antecedentes De las 107 -según testimonios de los familiares y reportes policiales- 87 alertaron que sufrían violencia física y psicológica por parte de sus esposos o novios. 20 presentaron denuncias ante autoridades competentes (Policía y Fiscalía).
- Impunidad De acuerdo con el registro de Página Siete, de los 117 casos de feminicidios que se dieron en 2019, sólo 22 tienen sentencia condenatoria por procedimiento abreviado. 52 de los agresores aún permanecen imputados o acusados de cometer este delito. Diez se quitaron la vida tras el crimen, 10 tienen acusación formal, 18 están en etapa preliminar y ocho están prófugos.