CIDH llama a consolidar la dimensión comunitaria de los sistemas de protección para la niñez
El informe subraya que el nivel comunitario permite detectar vulneraciones de derechos y activar respuestas inmediatas.
20 de noviembre de 2025
Washington, DC—En conmemoración del Día Mundial de la Niñez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reafirma la importancia de fortalecer la dimensión comunitaria en los sistemas de protección de niñas, niños y adolescentes. Esta jornada, que conmemora el aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño, invita a reflexionar sobre el rol esencial de las comunidades en la construcción de entornos seguros, inclusivos y protectores.
En el informe “Hacia la garantía efectiva de los derechos de niñas, niños y adolescentes: sistemas nacionales de protección”, la CIDH destacó que la garantía de derechos se construye desde el territorio, en proximidad con la niñez, y que los sistemas nacionales de protección deben incorporar a las familias, las comunidades, los actores locales y las organizaciones sociales como componentes integrales.
El informe subraya que el nivel comunitario permite detectar vulneraciones de derechos y activar respuestas inmediatas. Del mismo modo, las políticas públicas en las comunidades se constituyen como claves para promover el fortalecimiento familiar y la prevención de violaciones de derechos antes de la intervención judicial o administrativa.
En las Américas, la protección de la niñez ha experimentado avances en este enfoque territorial. Al menos 20 países cuentan con legislación que establece la responsabilidad compartida entre Estado, comunidad y familia; y, al menos 15 de ellos han creado formalmente estructuras públicas locales que operan en el ámbito municipal o comunitario.
Esta convergencia regional se refleja en la existencia de marcos legales y mecanismos locales que facilitan la articulación entre el Estado y las comunidades, tales como consejos, defensorías, juntas o servicios municipales de protección. En varios países de la región también existen programas que promueven la prevención y el fortalecimiento familiar mediante acciones basadas en la comunidad, orientadas a coordinar recursos locales, apoyar a las familias y reducir el abuso o los malos tratos. Estas experiencias demuestran que la primera puerta de acceso al sistema de protección debe ubicarse en la comunidad.
No obstante, persisten desafíos, como la fragmentación de la protección a nivel local, la escasa dotación de personal especializado, la falta de coordinación entre los niveles nacional, local y comunitario, y la insuficiencia de presupuestos descentralizados que permitan sostener acciones continuas en los territorios. A ello se suma la necesidad de avanzar en la participación efectiva de niñas, niños y adolescentes en sus entornos comunitarios y de transformar prácticas culturales que normalizan la violencia, la discriminación o la exclusión.
En este sentido, la CIDH hace un llamado a los Estados miembros de la OEA, a las autoridades nacionales, federales y locales, a las comunidades y a la sociedad civil a fortalecer la dimensión comunitaria de los sistemas de protección. El nivel comunitario debe asegurar la presencia efectiva del Estado en el territorio, mediante la dotación de recursos financieros y humanos, y mediante mecanismos de coordinación con autoridades municipales, centros escolares, organizaciones de base —incluidas las organizaciones basadas en la fe— y redes locales de protección.
Es igualmente fundamental que las comunidades abran espacios de participación sostenida, no meramente consultiva, para niñas, niños y adolescentes, y que los mecanismos comunitarios contribuyan a fortalecer su autonomía progresiva y su identidad ciudadana. La escucha activa y el liderazgo infantil en estos contextos son herramientas necesarias para prevenir la violencia, la discriminación y la exclusión, y deben ocupar un lugar central en las políticas públicas de protección.
La CIDH reitera su compromiso de acompañar a los Estados de la región en el fortalecimiento de sistemas de protección que integren de manera efectiva la dimensión comunitaria, en el entendido de que el fortalecimiento de la ciudadanía desde la infancia constituye una responsabilidad compartida y un pilar esencial para la promoción y protección de los derechos humanos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) cuyo mandato se basa en la Carta de la OEA y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Su misión es promover y defender los derechos humanos en todo el continente americano y servir como órgano consultivo de la OEA en esta materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes elegidos por la Asamblea General de la OEA, que actúan a título personal y no representan a sus países de origen o residencia.
No. 237/25
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