El número de niños y niñas que necesitan ayuda humanitaria en Sudán se duplica a medida que el conflicto se adentra en su tercer año, en un contexto de diversas amenazas para la infancia

15 millones de niños y niñas necesitan ayuda en un contexto en el que la violencia, el hambre, el aumento de las enfermedades y las restricciones crecientes de acceso y financiación agravan las dificultades
© UNICEF/UNI756107/Abdulmajid 2 de marzo de 2025. Tres niños regresan a casa desde un espacio acogedor para la infancia apoyado por UNICEF en el campamento de desplazados internos de Al Houri, en el estado de Gedaref, Sudán.
PUERTO SUDÁN/AMMÁN/NUEVA YORK, 15 de abril de 2025 – A medida que el conflicto de Sudán se adentra en su tercer año, el número de niños y niñas que necesitan ayuda humanitaria se ha duplicado, al pasar de 7,8 millones a principios de 2023 a más de 15 millones en la actualidad.
Si no se toman medidas urgentes, la grave crisis humanitaria que asola Sudán podría convertirse en una catástrofe aún mayor. Las partes en conflicto ejercen cada vez más violencia contra la infancia, mientras que el hambre y las enfermedades están en aumento. Los desplazamientos siguen alterando la vida de la población, al tiempo que disminuye el acceso de los agentes humanitarios a las familias y la financiación. Por si esto fuera poco, se avecina la temporada de lluvias –de mayo a octubre–, que a menudo ocasiona inundaciones y provoca un aumento de los casos de malnutrición y de las enfermedades.
“La violencia y los desplazamientos de los dos últimos años han destrozado la vida de millones de niños y niñas en Sudán. Las necesidades siguen superando la actual financiación humanitaria”, afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Pronto empezará la temporada de lluvias y resultará más difícil llegar a los niños y niñas que ya se están viendo afectados por la desnutrición y las enfermedades. Insto a la comunidad internacional a aprovechar este momento crucial para tomar medidas y dar un paso al frente en favor de los niños y las niñas de Sudán”.
En Sudán se está viviendo la mayor crisis humanitaria y de desplazamiento infantil del mundo. Este año, más de 30 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria, y la mitad de ellas son niños y niñas. El conflicto ha obligado a casi 15 millones de personas a desplazarse, tanto dentro de Sudán como en otros países. Más de la mitad de esos desplazados son niños y niñas, y casi uno de cada tres es menor de cinco años. En las zonas donde surgen oportunidades para regresar, las municiones sin detonar y las restricciones de acceso a los servicios esenciales exponen a la infancia a un peligro aún mayor. A esto se suma que la hambruna se está extendiendo, que las tasas de vacunación están disminuyendo y que alrededor de un 90% de niños y niñas no están yendo a la escuela.
Esta difícil situación se ve agravada por una combinación mortal de factores interrelacionados:
El número de violaciones graves contra la infancia* ha aumentado en un 1.000% en dos años.
Si bien antes estas violaciones se limitaban a regiones como Darfur, el Nilo Azul y Kordofán del Sur, ahora se han verificado casos graves en más de la mitad de los 18 estados de Sudán como resultado del conflicto actual. Las violaciones graves más recurrentes verificadas en Sudán incluyen asesinatos y mutilaciones, secuestros de niños y niñas y ataques a escuelas y hospitales. Las cifras más elevadas registradas en los dos últimos años se concentran en Darfur, Jartum, Al Jazira y Kordofán del Sur.
Por otro lado, se ha declarado la hambruna en al menos cinco localidades, a las que podrían sumarse cinco más de manera inminente. Otras 17 localidades están en peligro. A medida que se acerca la temporada de lluvias, existe un riesgo real de que siete de estas localidades –seis en Darfur y una en Kordofán del Norte– puedan sufrir inundaciones. Entre 2022 y 2024, en torno al 60% de los ingresos hospitalarios anuales por desnutrición aguda grave tuvieron lugar durante la temporada de lluvias. Si esta tendencia se mantiene, alrededor de 462.000 niños y niñas podrían sufrir desnutrición aguda grave entre mayo y octubre de este año.
Por añadidura, también se espera un aumento de los brotes de enfermedades. Solo en 2024 se registraron 49.000 casos de cólera y más de 11.000 casos de dengue, un 60% de ellos en madres, niños y niñas. Estos brotes se ven agravados por los problemas que surgen durante la temporada de lluvias, como la contaminación del agua, la precariedad del saneamiento y el aumento de los desplazamientos y los movimientos de población.
Para colmo, el acceso de los agentes humanitarios a los niños y niñas se está deteriorando debido a la intensidad del conflicto y a las restricciones o los impedimentos burocráticos impuestos por las autoridades gubernamentales o los grupos armados. En 2024, más del 60% de la distribución de ayuda por parte de UNICEF se retrasó debido a la extrema volatilidad del entorno de seguridad. Aunque no se canceló ni se abortó ninguna misión, estas repetidas demoras interrumpieron la entrega oportuna de asistencia y obstaculizaron el acceso a los niños y niñas que necesitaban ayuda con urgencia.
La financiación de los servicios críticos es alarmantemente baja, lo que amenaza con poner fin a los programas esenciales de salud, nutrición, educación y protección para la infancia y las familias. Como consecuencia de ello, muchas vidas podrían estar en peligro. UNICEF hace un llamamiento de 1.000 millones de dólares para llevar a cabo su respuesta en Sudán en 2025. Las necesidades ascienden a 76 dólares por persona para todo el año –solo 0,26 dólares al día– para brindar apoyo esencial a quienes lo necesitan. Hoy en día, UNICEF cuenta con 266,6 millones de dólares para esta respuesta. La mayor parte de estos fondos proceden de 2024, ya que en lo que va de 2025 solo se han recibido 12 millones.
En 2024, UNICEF y sus aliados prestaron servicios de atención psicosocial, educación y protección a 2,7 millones de niños, niñas y cuidadores en Sudán; proporcionaron agua potable salubre a más de 9,8 millones de niños, niñas y familias; realizaron pruebas de detección de desnutrición a 6,7 millones de niños y niñas y brindaron tratamiento vital a 422.000 de ellos. UNICEF sigue priorizando las intervenciones más importantes en las zonas de conflicto, y también da apoyo a las poblaciones desplazadas y a las comunidades de acogida en las zonas más seguras, donde presta servicios y asistencia.
“En Sudán se está viviendo la mayor crisis humanitaria del planeta, pero está pasando desapercibida para el resto del mundo”, afirmó Russell. “No podemos abandonar a los niños y niñas de Sudán. Contamos con la experiencia y la determinación para ampliar nuestra respuesta, pero necesitamos acceso y financiación sostenida. Por encima de todo, lo que los niños y las niñas de Sudán necesitan es que se ponga fin a este horrible conflicto”.