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ONU y CIDH: La comunidad internacional debe reafirmar su compromiso con la protección de las personas refugiadas ante los desafíos globales


2025-12-16
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CIDH

Con más de 117 millones de personas desplazadas por la fuerza a nivel mundial, la magnitud de la necesidad no tiene precedentes.

15 de diciembre de 2025

Washington DC / Ginebra – En el Día de los Derechos Humanos, la Plataforma de Expertos Independientes en Derechos de los Refugiados (PIERR), un grupo de expertos independientes en derechos humanos de la ONU y regionales, celebra su segundo aniversario y hace un llamamiento a una renovada solidaridad global para defender los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo.

Este año ha estado marcado por cambios sin precedentes y tumultuosos en el sistema multilateral y amenazas alarmantes al Estado de derecho internacional. Los desafíos a los que se enfrentan hoy las personas refugiadas son complejos e interconectados: conflictos prolongados, desplazamiento relacionado con el clima, racismo, xenofobia y el espacio cívico cada vez más reducido exigen urgentemente respuestas coordinadas.

Con más de 117 millones de personas desplazadas por la fuerza a nivel mundial, la magnitud de la necesidad no tiene precedentes. Al mismo tiempo, la financiación para garantizar actividades críticas y de protección que salvan vidas está disminuyendo, lo que genera desafíos reales para las comunidades anfitrionas y quienes las apoyan, para respetar, proteger y observar los derechos humanos de los refugiados. El multilateralismo no es opcional —es esencial para proteger los derechos humanos, garantizar el acceso a la justicia y al Estado de derecho. Los Estados, organizaciones internacionales y regionales, la sociedad civil y las propias comunidades de personas refugiadas deben aprovechar los esfuerzos colectivos para asegurar que los compromisos se traduzcan en acciones concretas.

En tiempos de incertidumbre, la solidaridad y el reparto de responsabilidades deben guiar nuestros esfuerzos colectivos para proteger a quienes están más en riesgo, incluidos las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Los Estados, organizaciones internacionales y regionales, la sociedad civil y las propias comunidades de personas refugiadas deben aunar esfuerzos colectivos para garantizar que los compromisos se traduzcan en una protección eficaz de los derechos humanos para las personas refugiadas y en un mayor apoyo a las comunidades anfitrionas. Al celebrar el segundo aniversario de la PIERR, lanzado en el Foro Global de Refugiados (GRF, por su acrónimo en inglés) 2023, este es un momento para renovar compromisos de cara al futuro. La Revisión de Progreso del GRF, que se celebrará del 15 al 17 de diciembre, ofrece una oportunidad crucial para proponer cómo convertir los compromisos y la solidaridad en mejoras tangibles para proteger y promover los derechos humanos de solicitantes de asilo y personas refugiadas.

El Día Internacional de los Derechos Humanos, conmemorado el 10 de diciembre, nos recuerda que la protección de las personas refugiadas forma parte integral del marco más amplio de los derechos humanos. Los derechos a la vida, la libertad, la dignidad, la seguridad y la no discriminación no son aspiracionales: son obligaciones vinculantes bajo el derecho internacional. Al mirar hacia 2026, que marca el 75º aniversario de la Convención sobre los Refugiados de 1951, reafirmamos la relevancia perdurable de este instrumento fundamental y el principio de complementariedad entre los marcos de derecho internacional relacionados, refugiados, derechos humanos y humanitario. Juntos, estos marcos complementarios forman una arquitectura integral para salvaguardar derechos y trabajar hacia soluciones. Sin embargo, su efectividad depende en última instancia de una implementación coordinada, una voluntad política genuina y el compromiso con el Estado de derecho.

La PIERR se estableció para fortalecer la promoción de los derechos humanos de personas solicitantes de asilo y refugiadas, y para apoyar a los Estados y partes interesadas en la implementación de las obligaciones establecidas en los marcos internacionales y regionales pertinentes de derechos humanos y derecho de personas refugiadas. Durante los últimos dos años, hemos trabajado colectivamente para avanzar en el diálogo, ofrecer orientación y promover la complementariedad entre los sistemas de derechos humanos y protección de personas refugiadas a través de nuestra defensa y coordinación conjuntas.

En este momento crítico, subrayamos que la colaboración es el camino a seguir. Ningún actor por sí solo puede afrontar estos desafíos. La PIERR está dispuesta a cooperar con los Estados, organismos internacionales y regionales, la sociedad civil, las personas refugiadas y las comunidades anfitrionas, y otros actores interesados para fortalecer los sistemas de protección y ayudar a ofrecer soluciones que respeten los derechos humanos y la dignidad humana. En un mundo de incertidumbre, instamos a los interesados a centrarse en nuestra humanidad compartida—y dejar que eso nos guíe hacia un futuro de esperanza, solidaridad y responsabilidad compartida.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

No. 267/25

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