La formación en idiomas ayuda a los trabajadores migrantes a mejorar la comunicación y el acceso a los servicios
Los conocimientos básicos de idiomas proporcionan un punto de entrada esencial para que los trabajadores migrantes accedan a la atención sanitaria, comprendan sus derechos laborales y participen en sus comunidades.
4 de diciembre de 2025
SAMUT SONGKHRAM, Tailandia (Noticias de la OIT) – Una nueva serie de clases básicas de tailandés está ayudando a los trabajadores migrantes en Tailandia a superar las barreras de comunicación diarias, desde hablar con los supervisores hasta visitar al médico, mejorando al mismo tiempo su confianza y su acceso a servicios esenciales.
Los trabajadores migrantes, en particular los de Myanmar, constituyen una parte significativa de la fuerza laboral en varios sectores. Sin embargo, muchos tienen pocas oportunidades de aprender tailandés al llegar. Esto a menudo los hace dependientes de otros para sus interacciones diarias, les genera dificultades en el lugar de trabajo y les limita la capacidad de comprender sus derechos o acceder a los servicios sociales y de salud.
Para responder a estos desafíos, el proyecto de Defensa de los Derechos de los Migrantes (MARs) de la OIT , en colaboración con HomeNet Tailandia, ha organizado una serie de clases prácticas de tailandés impartidas en un templo local. El entorno del templo facilita el acceso de la capacitación a los trabajadores que viven cerca y fomenta la participación de quienes no están familiarizados con la educación formal.
“El idioma es una habilidad fundamental para los trabajadores migrantes. Cuando pueden comunicarse, no solo realizan su trabajo de forma más eficaz y segura, sino que también pueden participar más plenamente en sus comunidades”, afirmó Rebecca Napier-Moore, Oficial Técnica del proyecto de Defensa de los Derechos de los Migrantes. “Esta capacitación es una forma sencilla pero eficaz de fortalecer la protección y la inclusión”.
Abordar los desafíos diarios de la comunicación
Muchos participantes afirman que la capacitación les ayuda a comunicarse con mayor confianza en el trabajo.
Naing Ko Lin, quien corta y empaca sepia en una fábrica de mariscos, describió las dificultades que enfrentó al llegar.
“Cuando era recién llegado, no hablaba ni entendía tailandés. Fue todo un reto”, dijo. “Todo es más fácil cuando entendemos tailandés”.
Otros señalaron desafíos fuera del ámbito laboral. Nay Naing Ye afirmó que, si bien trabajar en Tailandia le ha proporcionado mejores ingresos y condiciones de vida, el idioma sigue siendo una barrera.
"Me cuesta comunicarme cuando voy al médico y cuando trabajo", dijo. Tras asistir a la clase, ha empezado a aprender las consonantes tailandesas y la ortografía básica.
Aumentar la confianza y la independencia
Varios participantes destacaron que la capacitación redujo el estrés y mejoró su sensación de independencia.
Aye Aye Phyu, quien también trabaja en el procesamiento de mariscos, comentó: «Al principio, me sentía estresada porque no entendía las instrucciones de mi supervisor. Aprender el alfabeto y las vocales tailandesas me ha ayudado a sentirme más tranquila».
Para Ni Lar Cho, las habilidades lingüísticas pueden reducir la dependencia de los demás: «Saber tailandés me sería útil cuando voy al médico. No necesito contratar a alguien que me traduzca».
Algunos participantes nacieron en Tailandia, pero nunca aprendieron a leer ni escribir. Naing Ye Htret, quien habla tailandés con fluidez, comentó que la capacitación le ha dado la oportunidad de adquirir habilidades de lectoescritura por primera vez. "Esta clase es muy útil. Podemos aplicar lo aprendido en el trabajo y en el hospital", afirmó.
Más allá del aprendizaje de idiomas
Desde su lanzamiento este año, la iniciativa ha llegado a 60 trabajadores migrantes, la mayoría de los cuales trabajan en fábricas de procesamiento de mariscos y en funciones de apoyo en los mercados locales de la provincia de Samut Songkhram.
Si bien el objetivo principal es mejorar la comunicación práctica, las clases también sirven como punto de partida para crear conciencia sobre los derechos laborales, la protección social y el desarrollo comunitario. Los participantes se integran a grupos de pares que ayudan a fortalecer los sistemas de apoyo entre los trabajadores migrantes.
El proyecto MARs de la OIT planea seguir apoyando actividades comunitarias similares para garantizar que los trabajadores migrantes tengan las herramientas que necesitan para acceder a los servicios, ejercer sus derechos y participar más plenamente en sus comunidades.
