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Sorata tiene una red de atención para reducir la violencia hacia la mujer


2018-11-30
Página Siete
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El municipio paceño cuenta con un protocolo integral que articula una cadena de atención para las víctimas, que está a cargo de las instituciones asignadas por ley. Desde 2015 hasta 2017 las denuncias de violencia casi se han quintuplicado.

El municipio de Sorata, departamento de La Paz, ha puesto en agenda la lucha contra la violencia hacia las mujeres  a través de la conformación  de una red,   cuya implementación se ha propuesto mejorar los servicios de atención a las víctimas mediante un protocolo en el que participan actores locales y las instituciones llamadas por la Ley 348.  

En lo que va del año, el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) de Sorata registró 97 casos, de los cuales 12 se encuentran en proceso en el Ministerio Público. El 2017 se atendió  160 casos, una cifra que casi quintuplica  los 35 casos reportados en 2015.

Para la responsable del SLIM en Sorata, Roxana Yana, el incremento  en el número de casos atendidos se debe a que ahora las mujeres se animan a denunciar cuando se ejerce algún tipo de violencia contra ellas. En el pasado, muchas actitudes violentas estaban naturalizadas. 

“Los dos tipos de violencia que más se reportan son: física y psicológica (...). Uno de los factores que contribuye a que se presente la violencia hacia las mujeres es el machismo, que está en la estructura de la sociedad,  vulnera los derechos de la mujer y hace permanente la inequidad. Muchas mujeres escuchan las cuñas que difundimos, llegan al SLIM y nos dicen que no sabían que la violencia era un delito”, sostuvo Yana. 

En Sorata, el grupo etario más vulnerable a la violencia hacia la mujer está integrado por personas de 25 a 35 años. La mayoría de las veces   ocurre dentro del núcleo familiar, según datos del SLIM.

Una red de lucha

Según Yana y autoridades ediles, en la actualidad   las víctimas se animan a denunciar  debido  que el 2017 inició la   implementación del proyecto Vida sin Violencia en Sorata, que tiene dos componentes principales: la prevención sostenida y la atención en red.   

La articulación de ambos componentes tiene el objetivo de  atacar las causas de la violencia machista y transformar patrones culturales que la originan,  mejorar los servicios de atención a través de la articulación y coordinación  de todas las instituciones involucradas, entre otros.   

Los componentes se unen en la Red de lucha contra la violencia hacia las mujeres, que involucra al SLIM, la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), la Fiscalía, el hospital y el  juzgado;  instituciones llamadas por la Ley 348 a garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia.  

    Un componente importante de la red son las 18  promotoras comunitarias. Ellas son vecinas, autoridades originarias y mujeres que salieron de situación de violencia que  realizan acciones de  información, promoción de los servicios públicos, prevención, orientación y acompañamiento de los casos.  

 Para la alcaldesa  de Sorata, Celia Camargo,  enfrentar la lucha contra la violencia hacia las mujeres a través de esta red permite que las víctimas denuncien a sus agresores y sean atendidas con eficiencia y celeridad. Ello se complementa con la prevención, que  es vital para lograr un impacto en la sociedad. 

“Siempre estamos en el plan de reducir los casos (...). Quizás muchas veces las mujeres no hacemos una denuncia pública por el temor a lo que va a decir la gente, pero desde la conformación de la red ha habido una mayor participación”, destacó Camargo.

Son 80 municipios en Bolivia

 El 6 de noviembre, con el fin de mostrar el trabajo que realiza la red, se llevó a cabo un simulacro en Sorata para mostrar el protocolo de atención de una víctima de violencia que ha sido  implementado por la red. 

Se recreó  el momento en  que se da a conocer la agresión a las autoridades de la comunidad,  la denuncia, la atención médica, el arresto del sospechoso,  audiencia en la Fiscalía y las medidas del juez respecto al caso.   

 El simulacro mostró cómo funciona la Red de lucha contra la violencia hacia las mujeres que  está en 80 municipios del país, que incluyen a Sorata.  Todos  son parte del proyecto Vida sin Violencia de la Cooperación Suiza en Bolivia, que es implementado, en dos de sus tres componentes, por Solidar Suiza.  

       La actividad  se realizó en el marco  del evento regional Avances y Desafíos del Derecho de las Mujeres a Vivir Sin Violencia en el que participaron representantes de instituciones, organizaciones y responsables de proyectos de la Cooperación Suiza y Solidar Suiza  de países como  Nicaragua, Honduras, Colombia, Cuba, Suiza, Brasil, El Salvador y Bolivia.
 
Eva Molina,    presidenta del Colectivo de Mujeres de Matagalpa, en Nicaragua, destacó como un modelo interesante  el nivel de coordinación integral entre las instituciones involucradas respecto a la educación, salud, justicia, municipio y Policía. 

      “Es una propuesta que ha circulado muchas veces por América Latina, pero que no ha logrado cuajar. En pocos lugares hay la voluntad política para juntarse y decir: vamos a echarle,  todos y todas, el hombro, la cabeza y el corazón para que este problema no nos coma (...), busquemos cómo quitarlo de nuestra sociedad y  ver municipios libres de violencia”, comentó Molina.       

  Cambiar el machismo 

  El presidente del Concejo Municipal de Sorata, Efraín Chino, explicó que el machismo, el orgullo y el consumo del alcohol son parte de una herencia negativa de pasadas generaciones en el municipio.  

Un paso para dar solución a ello es ponerse en el lugar de la persona afectada. “Si es el caso de una niña, la pongo en el lugar de mi hija; si es una mujer mayor la agredida, la pongo en el lugar de mi madre o de mi abuela. Yo no puedo permitir que una hija, mujer, madre o abuela que son parte de mi familia  sean agredidas. Al ponerme en ese lugar tengo que hacer un cambio”, destacó la autoridad edil,  que también es presidente de la Red de Hombres que lucha contra la violencia hacia la mujer en Sorata.

Para seguir avanzando, los actores y representantes de institucionales consideran que existen varios desafíos en los que se necesita trabajar, retos que parecen ser compartidos en toda la región.

“En América Latina tenemos un mismo reto, trabajamos con comunidades negras,  indígenas y campesinas, y es la misma situación en cuanto a las investigaciones lentas, respecto a  la revictimización que ocurre en el trato  de los funcionarios y la atención de salud. La mujer violentada siempre tiene que ir contando, una y otra vez,  lo que le ha pasado”, manifestó la representante  de Alianza por la Solidaridad de Colombia, Luz  Elena Aguilar. 

En tanto,  Sorata debe  proponerse lograr que el programa de prevención se convierta en política municipal, promover un mayor compromiso social para desnaturalizar  la violencia y continuar con una campaña se sensibilización sostenida, entre otros. 

Según informaron autoridades ediles,  el municipio de Sorata  tiene en agenda la gestión y creación e implementación de un refugio temporal para mujeres en situación de violencia.

 

Sorata y  la atención

  • El SLIM El Servicio Legal Integral (SLIM) se creó el 2013. Se encontraba fusionado a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA). Contaba con dos profesionales que atendían ambas instancias. Esta primera instancia pasaba desapercibida, solo se conocía la DNA.
  • El proyecto El municipio de Sorata se integró al Proyecto Vida Sin Violencia de la Cooperación Suiza el año 2017. 
  •  Sensibilización  Respecto a  la  prevención sostenida de la Red de lucha contra la violencia hacia las mujeres,  en Sorata  se ha formado a   35 Edu Activistas,  que son profesores de los 12 núcleos educativos de Sorata,  además de  brigadistas  estudiantiles de la FELCV.  Del mismo modo se ha capacitado a personal de salud y choferes.

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