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Bolivia esperará un año para saber si ONU acepta o no readhesión


2012-01-16
OPINION

El presidente Evo Morales solicitó el 28 de diciembre de 2011 a los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la rehadesión de Bolivia a la Convención de 1961 (sobre estupefacientes), pero con una reserva que se respete la práctica ancestral del acullico (masticado de hoja de coca), por lo que deberá esperar un año para saber si este pedido es aceptado, o, rechazado.

El presidente Evo Morales solicitó el 28 de diciembre de 2011 a los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la rehadesión de Bolivia a la Convención de 1961 (sobre estupefacientes), pero con una reserva que se respete la práctica ancestral del acullico (masticado de hoja de coca), por lo que deberá esperar un año para saber si este pedido es aceptado, o, rechazado. El canciller David Choquehuanca, quien concedió una entrevista al periódico La Razón, recordó que la Ley vigente en el país señala que el Estado Plurinacional en el marco de la Constitución Política del Estado, cumplirá plenamente con los términos acordados en la Convención Única de Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961, la misma que fue enmendada por el Protocolo de 1972, hasta que entre en vigencia la nueva adhesión. “Es decir que, según los términos de esa Convención, vamos a esperar un año para que los países se puedan manifestar. Son más de 60 que tendrían que pronunciarse en contra”, agregó. Explicó que existe una contradicción entre las Convenciones de 1961 y 1988, pues en la primera se prohíbe el masticado de la hoja de coca, pero en la Convención de 1988 SE permite los usos tradicionales, donde se podría demostrar evidencia histórica. “Nosotros podemos demostrar mil evidencias históricas. Hasta las piedras están acullicando. Hay fotos de Tiwanaku donde las piedras están con su hoja de coca, acullicando”, manifestó. “Lo que estamos pidiendo es que no podemos prohibir el masticado de la hoja de coca en nuestro país, ni ir en contra de nuestra cultura. Un pueblo que no hace respetar su cultura está predestinado a perecer. Un árbol sin raíces se muere y la coca es parte de nuestras raíces culturales. Tenemos la obligación, pienso que ningún boliviano va a permitir que se atente contra nuestra cultura. Nosotros (como Bolivia) no queremos afectar el espíritu de la Convención, como han querido interpretar algunos países. Lo único que pedimos con la solicitud de enmienda es que Naciones Unidas pueda corregir esta injusticia”, dijo Choquehuanca al matutino paceño. El jefe de la diplomacia boliviana, consultado sobre si existe sustento documentado para realizar una campaña internacional en defensa del acullico, dijo que hay reconocimiento a la hoja de coca y sus prácticas tradicionales, ancestrales y medicinales en cada una, por su parte, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en 2007, la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (2005). Además del Convenio 169 sobre los Pueblos Indígenas, Tribales y Países Independientes de la Organización Internacional del Trabajo (1989), la Declaración de la Unesco en favor de la Cosmovisión del Pueblo Kallawaya como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad (2003) y el Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas en su 8° y 9° periodo de sesiones entre el 2009-2010, entre otros. “La readhesión ya no depende de nosotros, tenemos que esperar un año para que los países miembros de la Convención puedan manifestarse. Pero tenemos la esperanza de que los estados nos permitan ser parte de la Convención”, sostuvo el canciller, al señalar que Bolivia cuenta con varias declaraciones internacionales de respaldo, como la Cumbre de Mercosur de 2009 que reconoce al masticado de la coca como una manifestación cultural, ancestral del pueblo de Bolivia que debe ser respetado por la comunidad internacional. Dijo que el país no está solo en esta cruzada, pues se manifestaron países de Unasur, de la Cumbre de América del Sur-África, de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobiernos, de la Comunidad Andina, de las visitas bilaterales de diplomáticos, así como de las 119 naciones de los Países No Alineados. “Por eso, tenemos la esperanza de que la comunidad internacional va a permitir que Bolivia pueda ser miembro de la Convención, pero con la reserva que defiende nuestra cultura”. Señaló que la campaña internacional en defensa del masticado de coca demanda un trabajo permanente y sin tregua, por lo cual tiene previsto realizar diferentes visitas a Vietnam, Sudáfrica, Corea del Sur y la India, donde además de abordar asuntos bilaterales y multilaterales, se tratará también el tema de la hoja de coca. Consultado por La Razón si se llevará la hoja sagrada a los países, Choquehuanca respondió: Sí, además, en nuestras embajadas, instaladas en todos los países amigos, tenemos la hoja de coca y la invitamos. Muchos saben que no es dañina. ¿Y cómo trasladan la coca? ¿Acaso dentro de la maleta diplomática? “La hoja de coca se traslada solita, es mágica. La maleta diplomática no es para eso, su uso está reglamentado. Yo no llevo, pero cuando viajo, me esperan con la hoja de coca”, dijo el Jefe de la diplomacia boliviana.

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