El día de hoy se presentó la primera petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por parte de una persona detenida por el Gobierno de los Estados Unidos en su base militar en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Los peticionarios--el Centro por Justicia y Derecho Internacional (CEJIL) y el Centro por los Derechos Constitucionales (CCR)—solicitaron que la CIDH considere la detención arbitraria, tortura y otras violaciones de derechos humanos perpetradas por los Estados Unidos en contra del Sr. Djamel Ameziane durante los más de seis años que ha permanecido detenido virtualmente incomunicado en Guantánamo.

El hermano del Sr. Ameziane brindó las siguientes declaraciones: “Desde que Djamel llegó a Guantánamo, su familia entera ha vivido una pesadilla. Su madre no lo ha visto por 18 años, está muy enferma y espera verlo antes de morirse. Esta esperanza es lo único que la ha mantenido viva desde que nuestro padre falleció en abril de 2007. Nuestro padre también esperaba abrazar a Djamel antes de dejarnos, pero no tuvo la oportunidad, y murió con este sueño incumplido”. Nuestra familia entera espera ansiosamente que Djamel salga de Guantánamo y vuelva a nosotros, para que puede comenzar una familia propia igual que todo el mundo. A sus 41 años, Djamel también tiene el derecho a tener una vida normal, igual que todo el mundo”. A pesar de que la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso Boumediene v. Bush, litigado por el copeticionario CCR el mes de junio, restaura el derecho de los detenidos en Guantánamo al habeas corpus, ni el Sr. Ameziane ni ninguna otra persona detenida en Guantánamo ha tenido todavía alguna audiencia acerca de los méritos de sus casos. Al respecto, Pardiss Kebriaei, abogada de CCR, dijo que “aunque el fallo de la Corte Suprema en el caso Boumediene reestablece el derecho del Sr. Ameziane al habeas corpus, no ha cambiado el hecho de que este permanece en su celda en Guantánamo, sin cargos, sin tener acceso a algo que se parezca a una revisión judicial de su detención durante más de seis años, y sin tener un recurso judicial que le permita obtener una reparación por su tortura y otras violaciones. El gobierno estadounidense tiene que rendir cuentas por lo que ha sufrido el Sr. Ameziane bajo su custodia y demandarle ante la CIDH es una manera de asegurar esto”. Djamel Ameziane, un berebere de Argelia, huyó de su patria hace 16 años para poder escapar de la persecución y buscar una mejor vida. Vivió en Austria y luego en Canadá, donde solicitó asilo político pero finalmente se le negó refugio. Enfrentado a pocas opciones, viajó a Afganistán, pero siendo un extranjero en una tierra punto de ser envuelta por un conflicto armado, se convirtió en un blanco fácil para la policía local. Fue capturado mientras trataba de cruzar la frontera hacia Pakistán y fue puesto en manos de EEUU. El gobierno estadounidense lo transportó primero a la base aérea en Kandahar, Afganistán y luego a Guantánamo en febrero de 2002, donde ha permanecido encarcelado durante más de seis años sin tener cargos en su contra y hasta la fecha, sin revisión judicial de su detención. El abogado de CEJIL, Michael Camilleri, declaró al respecto que, “Guantánamo se ha convertido en un símbolo global de impunidad e inhumanidad. Ahora un órgano judicial internacional tendrá la oportunidad de demandar a los Estados Unidos para que haga responder a aquellos responsables por la tortura y el abuso del Sr. Ameziane.” Durante el año pasado y hasta el presente, el Sr. Ameziane ha sido mantenido en confinamiento solitario en una pequeña celda sin ventanas en el Campo 6 del centro de detención de Guantánamo. Los guardias lo sometieron a una forma de ‘submarino’, donde agarraron hacia atrás su cabeza y pusieron una manguera de agua en su boca y su nariz, dejando el agua correr por varios minutos sobre su cara y sofocándolo. Repitieron esta operación varias veces. Sobre esta experiencia, el Sr. Ameziane ha escrito: “Tuve la impresión de que mi cabeza se hundía en el agua. Simplemente recordarlo me causa escalofríos.” El gobierno de los Estados Unidos nunca ha alegado que el Sr. Ameziane haya estado envuelto en algún acto de terrorismo o de hostilidad. Las alegaciones de Ameziane en contra de EEUU incluyen violaciones a sus derechos a la libertad; a la integridad física y psicológica, a la salud; al ejercicio de su religión; a la familia; a la vida privada; y al honor; al igual que el derecho a un recurso judicial efectivo para reparar la violación de sus derechos. Adicionalmente, la petición solicita que la CIDH instruya a los Estado Unidos a no regresar al Sr. Ameziane a su país natal de Argelia, un estado con una conocida historia de abusos a los derechos humanos. El Sr. Ameziane requiere un tercer país le ofrezca protección. Actualmente busca reestablecerse en Canadá, donde residió durante cinco años previo a su detención. Para más informacion contacte a: Tim Ryan , 202.319.3000. E-mail: tryan@cejil.org El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) es una organización no-gubernamental, sin fines de lucro, con estatus consultivo frente a la Organización de Estados Americanos (OEA), el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECO) y la Comisión Africana sobre Derechos Humanos y de las Personas. -- www.cejil.org El Centro por los Derechos Constitucionales (CCR) se dedica a avanzar y proteger los derechos garantizados por la Constitución de los Estados Unidos y por la Declaración Universal de Derechos Humanos. Fundada en 1966 por abogados que representaron el movimiento de derechos civiles en el sur de los Estados Unidos, CCR es una organización legal y educativa sin fines de lucro, comprometida al uso creativo del derecho como fuerza positiva para cambio social. –www.ccrjustice.org