A partir de la Ley Educativa 070 «Avelino Siñani-Elizardo Pérez», se orienta el desarrollo de una educación en convivencia con la naturaleza y la salud comunitaria, en el entendido de que somos visitantes en este hermoso planeta.

A partir de la publicación del libro Silencio Primaveral, de la escritora Rachel Carson en 1962, despierta una preocupación general sobre el medio ambiente, que desembocó en un movimiento el 22 de abril de 1970, fecha que nace como el Día de la Tierra, impulsado por el senador Gaylord Nelson, inspirado por un movimiento estudiantil contra la guerra y la contaminación del agua y el aire. Con el tiempo va aumentando el número de protestantes, alcanzando la cifra de 20 millones de estadounidenses, quienes tomaron las calles manifestándose en contra del desarrollo industrial que poco a poco ha ido dejando un legado desastroso para la humanidad y el deterioro de la naturaleza.

Formalmente, en el año 2009, la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU), creó mediante Resolución 63/278, el “Día Internacional de la Madre Tierra” y designó el 22 de abril como fecha para su celebración.

El Siglo XX se caracterizó por el intenso desarrollo industrial, con graves consecuencias, como los desechos tóxicos en los vertederos, contaminación por pesticidas, construcción de autopistas destruyendo recursos forestales, derrames de petróleo, eliminación de aguas residuales, fábricas de contaminantes y, poco a poco, la extinción de miles de especies de la vida silvestre.

Bolivia, en un esfuerzo por mitigar la pérdida de la biodiversidad inicia tareas como la de crear “Áreas Protegidas”, que a la fecha se convierten en tesoros de incalculable valor para el futuro de los bolivianos y, por qué no decirlo, para la humanidad.

Dentro del territorio boliviano, las categorías que existen en la legislación son: Parques Nacionales, Monumento Natural, Reservas de Vida Silvestre, Santuario Nacional, Área natural de Manejo Integrado y Reserva Natural de Inmovilización.

Para tomar conciencia hace falta conocer y valorar estos monumentos naturales, como en Santa Cruz el Parque nacional y área natural de manejo integrado AMBORÓ. El Área natural de manejo integrado APOLOBAMBA en La Paz. El Parque nacional CARRASCO en Cochabamba, la Reserva biológica de la Cordillera de Sama en Tarija, que no hace mucho, sufrió el incendio más desastroso, que movilizó a cientos de personas y sacrificando la vida de una voluntaria. El Parque nacional y área natural de manejo integrado COTAPATA en La Paz.

Y, por último, según mi criterio, la más importante es la Reserva nacional de fauna andina EDUARDO AVAROA, cuyas montañas están salpicadas con volcanes en erupción, fuentes de aguas termales, géiseres humeantes, fumarolas. Entre las especies de vida silvestre están la vizcacha de la sierra y el flamenco andino, cuyo hábitat es la Laguna Colorada. Miles de turistas son atraídos por esta belleza natural, quienes son tentados a sumergirse en las aguas termales de la Laguna Salada. No menos llamativo es el Desierto Salvador Dalí, la Laguna Verde vista desde la cumbre del volcán Llicancaur.

Retomando el discurso del medio ambiente, la preocupación por el aumento en la temperatura en el planeta, ha despertado a nivel internacional una serie de acciones, como cumbres mundiales, acuerdos, investigaciones y políticas, orientados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Un hecho muy particular, a fin de disminuir la contaminación en las ciudades, es el “Día del peatón”, cuando no circulan motorizados, disminuyendo la producción de gases de invernadero, como el monóxido de carbono y el anhídrido carbónico.  Sin embargo, los últimos datos no registran un notorio descenso en las emisiones de gases, por el contrario, los países que inciden en el calentamiento climático de manera considerable, continúan incrementando gases tóxicos, haciendo variar el clima.

El Protocolo de Kioto, Japón, fue creado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global del planeta. Es un instrumento para llevar a la práctica este acuerdo en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Al respecto, poco o nada se ha hecho, ya que los países industrializados no asumen políticas de compromiso para iniciar este proceso.

En contraposición con este panorama, en el Estado Plurinacional de Bolivia, con la puesta en marcha de las reservas ecológicas naturales, se ha iniciado un proceso de protección a la Madre Tierra, una lucha frontal contra el “ecocidio”, contra la deforestación, contra los chaqueos, que provocan el calentamiento global del planeta, que parte de políticas nacionales de preservación y cuidado con el medio ambiente y que incide enormemente en el ámbito educativo. Es así, que a partir de la Ley Educativa 070 «Avelino Siñani-Elizardo Pérez», se orienta el desarrollo de una educación en convivencia con la naturaleza y la salud comunitaria, en el entendido de que somos visitantes en este hermoso planeta.

Por último, corresponde valorar con una nueva visión al medio ambiente y su entorno, buscando posibilidades tecnológicas y sistemas de percepción remota que brinden una información específica sobre los trastornos que sufre nuestro planeta, para plantear propuestas que puedan prestar asistencia técnica y científica en el tema de problemas medio ambientales, como el calentamiento global, efecto invernadero, inundaciones, incendios forestales que se presentan a nivel local, regional, departamental y nacional, todo lo que permita crear una conciencia ciudadana de respeto a la Madre Tierra.

La autora es maestra de Matemática.