Sobre derechos digitales
Sobre la premisa de que el conocimiento, la promoción y la práctica de los derechos humanos es fundamento de una auténtica democracia y de la edificación de una vida respetuosa y digna del ser humano, no hay que perder de vista la importancia que podría asumir ahora y en el futuro el análisis de los denominados derechos digitales.
De manera constante estamos leyendo, escuchando y viendo situaciones vinculadas a los derechos humanos. Ello debiera llevarnos a conocer su importancia en la vida y en la construcción de unas condiciones de vida acordes a las que necesita y merece un ser humano. De hecho, en distintos documentos referidos a los derechos humanos se explicita que nosotros mismos provocamos experiencias humanas negativas porque ignoramos, no promovemos ni practicamos los derechos humanos.
A la habitual clasificación de los derechos humanos en civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y de los pueblos o de solidaridad, se ha sumado desde hace algunos años el tratamiento de los derechos digitales, con la interrogante de si lo digital ha creado nuevos derechos humanos o significa únicamente un instrumento para potenciar determinados derechos ya existentes.
Desde la mirada de que lo digital potencia otros derechos se podría poner como ejemplo lo que está sucediendo actualmente en la pandemia con el uso intenso de las herramientas digitales para desarrollar el derecho a la educación de millones de personas en el mundo. Los soportes digitales podrían servir igualmente en lo cotidiano para que los ciudadanos ejerzan, entre muchos otros, los derechos al trabajo, la información, la comunicación y la libertad de expresión.
Desde la perspectiva de que lo digital ha generado nuevos derechos, algunos aportes institucionales y académicos identifican derechos generales como existir digitalmente, poseer una identidad digital, tener acceso equitativo a internet, recibir alfabetización o educación digital, contar con medidas de seguridad y privacidad en el entorno digital, tener garantizada la protección de los datos personales, corregir o eliminar los mismos cuando se lo desee o solicite, recurrir a la desconexión digital si se lo decide y contar con la posibilidad de que algún familiar elimine la información en caso de muerte. Así expuestos, estos y otros derechos podrían ser desmenuzados y otros agregados.
Sobre la base de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de otros pactos, tratados y documentos internacionales, organismos de la Organización de las Naciones Unidas, como su Consejo de Derechos Humanos, la Unesco y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, han tratado el tema desde los años 2000, con la publicación de resoluciones y reflexiones destinadas a que los Estados consideren la importancia que pueden alcanzar los recursos digitales en favor de los derechos humanos, en un mundo en que lo digital se ha hecho trascendental para la convivencia humana. En este ámbito destaca el documento de la Unesco “Indicadores sobre la Universalidad de Internet”.
A la par de estas instituciones, la Unión Europea también ha dado especial atención al tema a través de disposiciones para sus países integrantes. España posee desde hace algunos años la “Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales”, y actualmente está en un proceso de creación consultiva y participativa de su “Carta de Derechos Digitales”.
Cuando se habla de derechos es conveniente referirse también a las responsabilidades y deberes que tenemos respecto a ellos, y no caer en la postura clásica de solo demandarlos o exigirlos. En tal sentido, las reflexiones de los organismos internacionales citados establecen el alto valor de promover desde la niñez un uso crítico, responsable, favorable y constructivo de las tecnologías digitales, con el propósito de contribuir a la protección de los derechos humanos y a la continua mejora de las condiciones de vida de las personas.
Sobre la premisa de que el conocimiento, la promoción y la práctica de los derechos humanos es fundamento de una auténtica democracia y de la edificación de una vida respetuosa y digna del ser humano, no hay que perder de vista la importancia que podría asumir ahora y en el futuro el análisis de los denominados derechos digitales.
René Zeballos es comunicador social.