CSW: Compromisos renovados
Ni la soberanía ni la cultura, la tradición o la religión pueden utilizarse de mala fe para no cumplir con las obligaciones de los gobiernos de respetar, proteger y cumplir con los derechos humanos de todas las mujeres y las niñas. Estas son señales de genuino
La celebración de 25 años de la Plataforma de Acción de la IV Conferencia de Beijing (1995) se vio interrumpida por la emergencia sanitaria por COVID-19 el año pasado. Varias de las actividades previstas fueron suspendidas, realizadas a medias o pospuestas. Varias de estas acciones han sido retomadas, a pesar de las restricciones, este marzo se llevó adelante el 65 periodo de sesiones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, cuyo tema prioritario fue la participación de las mujeres en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas.
La CSW65 es el principal órgano intergubernamental dedicado a la igualdad de género, que realiza revisiones anuales a los avances en torno a los compromisos de los Estados en Beijing. Este año, sus sesiones se llevaron adelante de manera virtual y concluyeron el pasado viernes, con un documento de conclusiones acordadas que dan cuenta de la renovación del compromiso global para lograr la igualdad de género con mayor inclusión y muestra el apoyo multilateral a la promoción de los derechos humanos de las mujeres y las niñas en toda su diversidad.
A pesar del progreso, algunos estados y actores de sociedad civil, abiertamente en contra de los derechos, continúan interrumpiendo el diálogo constructivo y plural, socavan las menciones a derechos humanos, se oponen al avance real de una agenda de igualdad de género y concentran sus ataques en las diversidades sexuales y genéricas, especialmente de la población trans. De igual manera resulta preocupante la continua reducción del espacio para la participación de la sociedad civil, expresada en la CSW y en otros espacios de Naciones Unidas, acentuada por las restricciones en razón del COVID-19 y el carácter virtual de la conferencia. La sociedad civil diversa representa a las comunidades y población, es un recurso fundamental de información, así como vigilante de que los Estados rindan cuentas de sus compromisos. Las conclusiones acordadas de la CSW65 se convierten en una nueva herramienta para exigir a nuestro Estado, traduzca sus compromisos en acciones rápidas y con justa asignación de recursos públicos. Ni la soberanía ni la cultura, la tradición o la religión pueden utilizarse de mala fe para no cumplir con las obligaciones de los gobiernos de respetar, proteger y cumplir con los derechos humanos de todas las mujeres y las niñas. Estas son señales de genuino compromiso con la igualdad de género.
DESDE EL CUARTO PROPIO
MÓNICA NOVILLO G.
Feminista y comunicadora social
monicanovillo@yahoo.com