Reformas

Trabajadoras del hogar


2015-05-08
www.paginasiete.bo
Página Siete

A un año de vigencia del formato único del contrato laboral y de la libreta salarial para las trabajadoras asalariadas del hogar, establecidos por el Ministerio de Trabajo el 28 de marzo de 2014, más de la mitad de las beneficiarias ya cuentan con ambos documentos.

Esto, sin duda, representa un avance significativo, especialmente si consideramos que el trabajo doméstico asalariado es uno de los espacios donde más ha tardado en llegar el ejercicio de derechos laborales y dónde más explotación y abusos se han cometido históricamente.
Y la situación en el sector ha cambiado en los últimos años debido a dos factores:   la incorporación de las mujeres a una diversidad de otros oficios y su  profesionalización (lo que ha disminuido la cantidad de trabajadoras del hogar) y  el empoderamiento de éstas con sus derechos humanos y laborales.
Se estima que en Bolivia actualmente existen 30.000 trabajadoras asalariadas del hogar. De esta cantidad, unas 20.000 son sindicalizadas; es decir, trabajan de acuerdo con  las normas vigentes en el país para ese sector.
La Federación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de Bolivia (Fenatrahob) logró la aprobación de tres normas en  favor de su sector, en 22 años de lucha. La primera es la Ley de Regulación del Trabajo Asalariado del Hogar, que constituye un avance histórico. La norma se complementa con la Constitución Política del Estado y la Ley 045 de Lucha Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación. A ella se adhieren la Ley 181 que declara el 30 de marzo Día Nacional de la Trabajadora y el Trabajador Asalariado del Hogar, que  les otorga descanso con el respectivo pago de haberes.
La tercera norma en  su favor es la aprobación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que reconoce los derechos laborales de las trabajadoras y los trabajadores del hogar. La norma fue ratificada con la Ley 309, promulgada por el Estado Plurinacional de Bolivia el 20 de noviembre de 2012.
Con la obligatoriedad del contrato de trabajo -que especifica horarios de trabajo, el lugar donde se realizará, la cantidad de personas a las que se atenderá, el salario que se recibirá, los descansos- y la libreta de salarios -en la que  se registra el monto del salario percibido cada mes, junto con la firma de conformidad de la trabajadora y de la empleadora- se incorporan importantes garantías para las trabajadoras del hogar.
Con todo, es importante que en este campo se incorporen también aspectos de eficiencia y profesionalismo. Por la informalidad que aún prima en este ámbito laboral, es importante que junto con los derechos vayan las obligaciones, y esto implica que las trabajadoras ofrezcan a sus empleadores garantías de eficiencia y cumplimiento.

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