…como debió haber sido en otros temas, no puede primar la obstinación que perjudicaría el alcance de logros significativos para erradicar definitivamente la violencia contra las mujeres y, a partir de estos encuentros, aglutinar a más mujeres para que no teman denunciar y que se sientan protegidas para no convertirse en nuevas víctimas.

Es común que muchas leyes nacionales sean demoradas para entrar en vigencia plena debido a que sus normas de reglamentación son dilatadas en su elaboración y aprobación, situación que disminuye la eficacia de las medidas, pues esto, además de perjudicar en la mencionada utilidad, reduce el interés y expectativas creadas por el documento en su etapa inicial como iniciativa, en la discusión y en la puesta en conocimiento público. Se debe considerar que cada ley que se proyecta, aprueba y promulga ha sido parte de un proceso institucional con menor o mayor grado de curiosidad, interés y necesidad de sectores que son afectados por algún problema o que requieren mecanismos que garanticen sus actividades privadas o de grupo. Asimismo, se debe apuntar que muchas normativas en la historia nacional han sido poco discutidas o consensuadas y sólo han correspondido a propósitos políticos de los regímenes de turno. En esos amplios sentidos, es alentador el anuncio de que la próxima semana se instalará en La Paz una gran reunión que ha recibido el apelativo de Cumbre de Mujeres, que estará integrada por más de 300 personas representantes de organizaciones e instituciones femeninas del país con el cometido de iniciar la elaboración del reglamento de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, promulgada el 9 de marzo por el Presidente del Estado. Desde luego que el tema no será saldado en un encuentro como ese, aunque tenga la magnitud que se anuncia, pues el trabajo demandará mucho más y de eso seguramente las mujeres participantes ya tienen un cálculo en sus verdaderas dimensiones. No obstante, valga la ocasión para que, además de enumerar un esquema básico de puntos del reglamento, se deberá concretar sinergias que serán indispensables para que la norma tenga buenos resultados en su aplicación en todo el territorio sin excepción, más allá de contar con un reglamento. Al respecto, durante la promulgación, el mismo jefe de Estado subrayó que las leyes suelen no ser empleadas por razones como la falta de recursos o la imposibilidad de las instancias pertinentes. Esto podría ser superado por la organización de redes que gestionen opciones de toda índole y que sean el timón del control social, al ser éste otro elemento de garantía para la eficiencia legal. A la par, el evento será replicado en posteriores encuentros departamentales y municipales para que se enriquezcan los insumos para el reglamento, según adelantó la ministra de Justicia, Cecilia Ayllón. Es de esperar que el encuentro también sea ejemplo de diversidad y pluralismo entre mujeres, puesto que, como en gran parte de la historia nacional, existen posiciones que dejan de considerar propuestas útiles en la toma de decisiones, simplemente porque provienen de instancias que no coinciden doctrinariamente. En el particular, como debió haber sido en otros temas, no puede primar la obstinación que perjudicaría el alcance de logros significativos para erradicar definitivamente la violencia contra las mujeres y, a partir de estos encuentros, aglutinar a más mujeres para que no teman denunciar y que se sientan protegidas para no convertirse en nuevas víctimas.