Los niños deben hacer frente a desafíos educativos significativos en todo el mundo. Mientras que las niñas suelen tener más dificultades que los niños para acceder, ante todo, a la educación, los niños corren un mayor riesgo de abandonar los estudios, repetir el curso escolar y no adquirir las competencias esenciales. Esto tiene consecuencias importantes, tanto para sus oportunidades futuras como para la sociedad.

El informe de la UNESCO “El precio de la inacción” pone de relieve que, de aquí a 2030, se prevé que el coste anual de que los niños abandonen la escuela prematuramente y de que no aprendan se elevará a billones de dólares en todo el mundo.

Para abordar estos problemas se requiere de estrategias específicas centradas en las necesidades de los niños. Esto incluye crear entornos de aprendizaje favorables, cuestionar las normas de género nocivas y proporcionar apoyo académico para garantizar que los niños permanezcan en la escuela y puedan estudiar de manera exitosa.

En general, los niños obtienen resultados menos satisfactorios que las niñas en materia de lectura. Los datos de PIRLS (Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora) recopilados en 2021 muestran que, como promedio, los niños tienen menos capacidad de lectura que las niñas al final de la enseñanza primaria. Esta brecha persiste desde hace más de 20 años, y las niñas superan a los niños en 51 de los 57 sistemas educativos que fueron objeto de estudio, con una diferencia promedio de 19 puntos.  

A los niños también les suele gustar menos leer y confían menos en su capacidad lectora. Mientras que el 46% de las niñas afirma que les gusta mucho leer, sólo el 37% de los niños dice hacerlo. Esto contribuye a aumentar la brecha de género en lo relativo al rendimiento en lectura.

El reciente informe Compass Brief elaborado por la IEA y la UNESCO presenta varios programas que pretenden abordar los desafíos a los que hacen frente los niños en materia de lectura impulsando su motivación y participación. Por ejemplo, el proyecto australiano “Boys, Blokes, Books & Bytes” cuenta con modelos masculinos para incitar a los niños a leer, ya que muchos carecen de tutores masculinos en casa y en la escuela.

En Inglaterra, el programa “Estrellas de la Lectura” de la Primera Liga utiliza a las estrellas del fútbol para incitar a las niñas y los niños interesados en el fútbol a iniciarse en la lectura.

En Alemania, el programa Lesestart (Empieza a leer) distribuye libros a familias con niños pequeños mediante las bibliotecas locales y los pediatras. Esta intervención temprana ayuda a desarrollar hábitos de lectura desde la más tierna edad, garantizando que los niños se vinculen con los libros en un entorno adecuado.

Más allá de estas iniciativas específicas, las recomendaciones más generales hacen hincapié en la necesidad de proporcionar un apoyo integral en la educación de la primera infancia y en la formación inicial y continua de los docentes con mira a sensibilizarlos acerca de los retos específicos a los que deben hacer frente los niños. Fomentar la participación de los padres y facilitar el acceso a modelos masculinos de lectura también puede contribuir a erradicar las nocivas normas de género en lo relativo a la lectura entre los niños.

La UNESCO lidera un proyecto de investigación financiado por el Intercambio en Conocimientos e Innovación (KIX) de la Alianza Global para la Educación titulado “Levantar las barreras: Niños educados por la igualdad de género”. Esta iniciativa, llevada a cabo en colaboración con Equimundo y la Universidad de East Anglia, aborda el problema de la desvinculación de la educación de los niños, que se ha convertido en un grave problema para muchos países. La UNESCO está poniendo a prueba una intervención en el ámbito escolar en Malawi para abordar las normas de género masculinas, perjudiciales y restrictivas, que afectan de manera negativa a la motivación de los niños y a su asistencia a la escuela. También se revisan actualmente los materiales de enseñanza y aprendizaje en Camboya, Lesotho y Malawi.

La labor de la UNESCO se basa en las investigaciones realizadas para publicar el informe No dejar a ningún niño o niña atrás, que pone de relieve cómo los niños corren un riesgo cada vez mayor de abandonar la escuela y de obtener bajos rendimientos escolares, y el informe “El precio de la inacción”, que revela los enormes costes económicos que conlleva no abordar este problema.

Estas iniciativas y reflexiones están ayudando a construir sistemas educativos más inclusivos que apoyan a los niños, contribuyendo al mismo tiempo al objetivo más amplio de alcanzar la igualdad de género en y a través de la educación.