El enviado especial de la ONU en Siria, Geir Pedersen, aplaudió este domingo la amnistía de la que en principio se beneficiarán miles de sirios condenados por delitos relacionados con «terrorismo».

«Fui informado con detalle de la última amnistía del presidente [Bashar al] Asad y tengo muchas ganas de que me tengan al tanto de sus avances y de su puesta en marcha», declaró Pedersen a la prensa en Damasco, tras haberse reunido con el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Fayçal al Mokdad.

«Esta amnistía tiene potencial y estamos impacientes por ver cómo evolucionan las cosas», añadió.

Bashar al Asad ha anunciado varias amnistías desde que empezó la guerra en su país, en 2011, aunque solían ir acompañadas de múltiples excepciones.

El último decreto de amnistía publicado -el pasado abril- se aplica a los detenidos juzgados por delitos relacionados con el «terrorismo», excepto aquellos que estén acusados de homicidio.

Activistas por los derechos humanos consideraron esta amnistía como la más amplia desde que empezó el conflicto, que ha dejado cerca de medio millón de muertos.

El Ministerio sirio de Justicia declaró este mes que centenares de detenidos habían sido liberados, pero no precisó cuántos exactamente.
En tanto, un responsable militar, Ahmad Touzan, dijo a medios locales que la amnistía afectaba a miles de personas, algunas de las cuáles todavía están siendo buscadas.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una extensa red de fuentes de información en Siria, unos 1.142 detenidos fueron detenidos desde que la amnistía entró en vigor, y a estos se sumarán unos cuantos centenares más.