Se trata de la segunda matanza que ocurre en los últimos cuatro días en el departamento de Antioquia, donde se encuentra San Rafael. El domingo cinco personas, tres de ellas venezolanas, murieron en otro ataque armado en el municipio de Betania.

AFP/ Bogotá, Colombia 

Un menor de 16 años y otros tres jóvenes fueron asesinados a disparos en Colombia, en la segunda masacre que sacude al noroeste del país en los últimos cuatro días y mientras un rebrote de violencia golpea varias regiones, informaron autoridades este miércoles. 

El ataque ocurrió el martes en la noche en el casco urbano del poblado de San Rafael y dejó "tres personas asesinadas y una persona más gravemente herida traslada al hospital (...), donde finalmente falleció", detalló el alcalde Libardo Ciro, a la televisora local Teleantioquia. 

Un portavoz de la policía dijo a la AFP que las víctimas eran menores de 25 años, incluido el de 16, y estaban conversando en la plaza central del pueblo cuando fueron baleados.  

El mandatario local pidió a la fuerza pública "mayor acompañamiento desde inteligencia, desde el pie de fuerza" para enfrentar la peor arremetida de grupos armados desde que se firmó un histórico acuerdo de paz en 2016 con la exguerrilla FARC.

Se trata de la segunda matanza que ocurre en los últimos cuatro días en el departamento de Antioquia, donde se encuentra San Rafael. El domingo cinco personas, tres de ellas venezolanas, murieron en otro ataque armado en el municipio de Betania.

Antioquia concentra 13 de las 77 masacres -u homicidios de tres o más civiles en un hecho- que han ocurrido en lo que va del año en todo Colombia, según el centro de estudios independiente Indepaz.

Al menos 279 fallecieron en estos ataques, señala Indepaz. 

Según la ONG Human Rights Watch el país registra un número de masacres "similar" al de antes del pacto de paz que desarmó a la que fuera la guerrilla más poderosa del continente a comienzos de 2017.

Aunque el acuerdo de paz alivió la violencia política, algunas zonas están nuevamente bajo el fuego de las organizaciones que se financian del narcotráfico y llegaron a sustituir a los antiguos rebeldes como autoridades de facto, ante la presencia débil del Estado.