Noticias

Cuatro temas pendientes sobre la lucha contra la violencia hacia la mujer en Latinoamérica


2018-12-06
https://www.paginasiete.bo
Página Siete

Mujeres de Nicaragua, Cuba, Brasil y Colombia que trabajan por los derechos de la mujer hablan sobre los obstáculos que comparten los países de la región.

Alejandra Pau / La Paz

Varias mujeres de Latinoamérica que trabajan en proyectos para la defensa de los derechos de la mujer llegaron a Bolivia en noviembre de este año para compartir sus experiencias, avances y desafíos sobre el acceso a una vida sin violencia. Desde el trabajo que realizan como jueces, activistas, docentes, entre otras, coinciden en al menos cuatro temas pendientes en este ámbito.  

 FOTOS: Freddy Barragán / Página Siete

El derecho de las mujeres a una vida sin violencia cuenta con el aval de normativas en la mayoría de los países de la región; sin embargo, existen trabas para hacerlas efectivas, los obstáculos  están relacionados  con la falta de voluntad política,  el acceso a la justicia, pero también que se buscan implementar en un sistema  patriarcal que no sabe de fronteras.  

Las representantes de organizaciones, proyectos y colectivos llegaron a Bolivia para participar de un encuentro en el marco del proyecto Vida sin Violencia, de la Cooperación Suiza en Bolivia,  que es implementado, en dos de sus tres componentes, por Solidar Suiza.

 Falta de voluntad política

Bolivia cuenta con la Ley 348 que garantiza a la mujer  una vida sin violencia.   Colombia cuenta con la Ley 1257, que establece normas para la sensibilización, prevención y sanción para las formas de violencia y discriminación contra las mujeres.   
 

“Tenemos mujeres que hacen la denuncia y son ellas las que tienen que entregar la boleta de citación a su victimario. Hay mujeres que hacen denuncia por violaciones y se las revictimiza porque se les pregunta ¿cómo vestía?, ¿dónde estaba?, ¿por qué estaba ahí? Por eso realizamos el trabajo para que las mujeres conozcan sus derechos”, detalló Luz Elena Aguilar, que llegó desde Colombia en representación de la organización española Alianza por la Solidaridad.

Aguilar considera que para hacer efectivas las leyes que luchan contra la violencia hacia las mujeres es necesario voluntad política que debe partir de los gobiernos. 

Una de las acciones que demuestran que existe voluntad política es la  asignación de  recursos económicos necesarios, no así los mínimos,  a las instancias asignadas, no sólo en las ciudades, sino en el área rural. 

Los recursos sirven, entre otras cosas, para informar y capacitar a  las mujeres sin excepción a que conozcan los tipos de violencia (económica, psicológica y sexual) que atentan contra sus derechos. 

El dinero asignado también sirve para  que se implemente una estructura necesaria de atención a las víctimas en el marco del respeto, la celeridad y sin riesgo a que sean  revictimizadas por la Policía y la Fiscalía, entre otros.

  El acceso a la justicia

 Cuando pasaron cinco años de la promulgación de la Ley 348 que garantiza a las mujeres   una vida sin violencia, de los casos que se abren en el país  el 98,87%  de esos procesos no llegan a sentencia, según un reporte especial publicado por Página Siete el 3 de diciembre.

  Teresa Cabral,  jueza del Tribunal de Justicia de San Pablo,  Brasil,  destaca que aunque en su país la cantidad de denuncias, inicios de procesos penales y sentencias han aumentado en los últimos años,  existe un vacío porque hay un número importante de mujeres que no denuncian porque tienen miedo a sus agresores.  

“La cultura machista impone que las mujeres  permanezcan en un matrimonio sin importar si están siendo víctimas de violencia, se las culpabiliza por la violencia de la cual son víctimas”,  comentó. 

La jueza explicó que existe lo que en Brasil llaman  “la ruta crítica”.  En ella, la mujer enfrenta varios obstáculos para acceder a la justicia, como la discriminación, la violencia institucional y la revictimización, entre otros.  

La reducción de  la violencia institucional se soluciona capacitando al personal de la Policía, a jueces, a fiscales, a funcionarios públicos en derechos humanos y sobre violencia de género. Para Cabral estas  deben ser asignaturas obligatorias en su formación, como para lo ya citado, esta implementación demanda   la asignación de recursos.

 Desde el 2015 existe una ley que incluyó el feminicidio en el Código Penal brasileño, esto se logró gracias a un movimiento masivo de mujeres, según explicó la jueza. 
 
En los países de región, al igual que en Bolivia, las entrevistadas coinciden en que las  investigaciones que se llevan a cabo después de una denuncia de violencia o por   feminicidio son lentas o se estancan, lo que  resulta en porcentajes mínimos de sentencias.

  La cultura patriarcal 

Norma Vasallo  es doctora en psicología y docente  de la Universidad de La Habana, comentó que Cuba es un país que tiene el 58% de mujeres en  el Parlamento y el acceso a la salud sexual y reproductiva está garantizado. 

No obstante, el problema radica en que las mujeres no  denuncian la  violencia o desisten del proceso en contra de sus agresores. El temor que las conduce  a hacerlo se debe a que viven en un sistema patriarcal. 

“El patriarcado es una ideología que está enraizada (...). Creo que realizar la denuncia es un asunto complejo porque tienen miedo o la retiran y si no llega al sistema jurídico penal, no se puede investigar ni hacer mucho más”, argumentó Vasallo. 

 La violencia contra la mujer es un problema que no es fácil de erradicar. Esto sucede porque dentro del sistema patriarcal   algunos hombres sienten que pueden ser violentos o acosar a las mujeres.  

“Y lo hacen porque nos consideran inferiores, objetos sexuales, nos consideran cosas y es justamente en eso en lo que hay que trabajar”, sostuvo Vasallo.

Según datos de la  Organización de las Naciones Unidas (ONU) el mayor peligro para las mujeres está dentro de sus hogares. 

El 2017, alrededor de  87.000 mujeres fueron  reportadas como víctimas de homicidio doloso  en todo el mundo. El 34% fueron asesinadas por su pareja y el 24% fueron asesinadas por algún familiar.  

La prevención de la violencia

Eva Molina es  presidenta del Colectivo de Mujeres de Matagalpa, Nicaragua. La activista coincide con las entrevistadas respecto a que  el acceso a la justicia es difícil para las mujeres en Latinoamérica y  que las leyes  no son suficientes en muchos casos.  

“Al mismo tiempo, hay que trabajar mucho en la prevención. Se tiene que empezar desde los chiquitos, las casas, las escuelas y eso en mi país todavía es una lucha muy pesada”, argumentó Molina. 

Desde su perspectiva, si cada universitario  asumiera que la lucha contra la violencia hacia las mujeres no es un trabajo que debe hacer con resignación, sino que es una problemática que hay que resolver con voluntad, el presente y el futuro serían muy diferentes en las sociedades.

  Las entrevistadas señalan que los problemas estructurales en la lucha contra la violencia hacia las mujeres  están relacionados entre sí y exigen un nivel de coordinación y compromiso de las instancias llamadas por el Estado. Además de las normativas, es necesario trabajar en su implementación  en forma sólida e integral.    

Todas las mujeres que visitaron Bolivia forman parte de proyectos de la Cooperación Suiza en sus países. Todas ellas y desde diferentes ámbitos de acción  tienen como objetivo  combatir el maltrato contra las mujeres.

Nuestros Financiadores